El Venture Debt es una modalidad de financiación que ha ido ganando popularidad en los últimos años, especialmente entre startups y empresas tecnológicas. A diferencia del capital de riesgo (Venture Capital), este instrumento permite a las empresas acceder a financiación sin sacrificar tanto la participación accionarial, manteniendo el control de la compañía en manos de los fundadores.
En este artículo, vamos a desglosar qué es el Venture Debt, cómo funciona, cuáles son sus ventajas y desventajas, y por qué puede ser una alternativa interesante para emprendedores que buscan crecer sin perder control de su empresa.
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¿Qué es el Venture Debt?
El Venture Debt es, esencialmente, un préstamo que se otorga a empresas que ya han conseguido levantar capital de Venture Capital o están en proceso de hacerlo. Estas empresas suelen estar en fases de crecimiento temprano o intermedio, lo que significa que, aunque tienen un gran potencial, aún no son rentables y no pueden acceder fácilmente a la financiación bancaria tradicional debido a la falta de activos tangibles o estabilidad financiera.
Este tipo de deuda se caracteriza por tener un componente híbrido entre capital y deuda, donde, además del interés del préstamo, el inversor recibe una pequeña porción de la compañía, conocida como “equity kicker”. Este kicker suele rondar entre el 20% y el 30% del préstamo otorgado.
¿Qué es el equity kicker en el Venture Debt?
El equity kicker es una característica clave del Venture Debt, que permite a los inversores beneficiarse del crecimiento de la empresa sin tomar una participación significativa desde el inicio. Básicamente, es una remuneración adicional en forma de acciones, que representa entre el 20% y el 30% del valor del préstamo otorgado. Esto significa que, además de recibir el reembolso del préstamo con intereses, el inversor también obtiene una pequeña porción de la empresa, lo que le permite participar en la revalorización futura si la empresa crece exitosamente. Para los emprendedores, el equity kicker supone una forma de compartir una parte del potencial de crecimiento sin ceder grandes cantidades de control o diluirse tanto como lo harían con el capital de riesgo tradicional.
Esta estructura híbrida entre deuda y capital es una de las razones por las que el Venture Debt resulta atractivo tanto para las startups como para los inversores. Por un lado, las empresas pueden acceder a capital para financiar su crecimiento sin sacrificar un gran porcentaje de su equity, y por otro, los inversores tienen la oportunidad de participar en el upside si la empresa tiene éxito, obteniendo un retorno más elevado que con un préstamo tradicional. De esta forma, el equity kicker equilibra el riesgo entre ambas partes, ofreciendo una solución win-win 🤓 para financiar el desarrollo de compañías de alto potencial.
¿Por qué elegir Venture Debt en lugar de Venture Capital?
Una de las grandes ventajas del Venture Debt es que es menos dilutivo que el Venture Capital. Cuando una empresa recibe inversión de un fondo de capital riesgo, los inversores adquieren una participación importante de la empresa a cambio de su financiación, lo que puede implicar perder parte del control sobre la dirección del negocio. Sin embargo, con el Venture Debt, los fundadores mantienen una mayor participación en el capital y, por tanto, más control sobre las decisiones estratégicas.
Además, el Venture Debt no tiene derechos políticos sobre la empresa, lo que significa que los inversores no tendrán voz en la gestión operativa del negocio, algo que puede ser esencial para fundadores que prefieren seguir teniendo una influencia significativa en la toma de decisiones.
Cómo se estructura el Venture Debt
Este tipo de financiación se estructura como un préstamo con intereses de doble dígito, normalmente entre un 10% y un 12%, y un período de amortización de entre 24 y 36 meses. Además, suele haber un período de carencia de entre 6 y 18 meses, lo que da a las empresas el tiempo suficiente para estabilizar su flujo de caja antes de comenzar a devolver el préstamo.
Un elemento clave de este tipo de financiación es la Tasa Interna de Retorno (TIR), que suele estar en un rango del 15% al 25%, dependiendo de las condiciones específicas del préstamo y el riesgo de la empresa. Para asegurar que el inversor pueda capturar parte del crecimiento potencial de la empresa, se añade un kicker en acciones, lo que les permite beneficiarse si la compañía aumenta su valoración en el futuro .
Casos de uso del Venture Debt
El Venture Debt puede ser utilizado en una variedad de escenarios que van más allá de simplemente obtener capital para el crecimiento. Algunos de los casos más comunes incluyen :
1. Puente entre rondas de financiación: Si la empresa está a punto de alcanzar un hito importante que aumentará su valoración, el Venture Debt permite aplazar una ronda de capital, obteniendo financiamiento temporal sin diluir el equity.
2. Financiación del crecimiento: El Venture Debt se utiliza para financiar las operaciones hasta que la empresa alcanza el punto de equilibrio o se convierte en rentable, ayudando a sostener el crecimiento sin depender completamente de rondas de capital.
3. Financiación de adquisiciones: En algunos casos, una empresa puede utilizar el Venture Debt para adquirir un competidor o una empresa complementaria, sin tener que diluir su equity al realizar una ampliación de capital.
4. Refinanciación de deuda existente: Cuando una empresa está cerca de un hito de crecimiento, como la firma de un gran contrato o la obtención de EBITDA positivo, puede utilizar el Venture Debt para refinanciar deuda a mejores términos o extender los plazos de pago.
¿Cuáles son los riesgos del Venture Debt?
Aunque el Venture Debt ofrece numerosas ventajas, también viene con ciertos riesgos que los emprendedores deben considerar. Uno de los principales es la obligación de repagar el préstamo, lo que puede ser una carga significativa si la empresa no alcanza sus metas de crecimiento. A diferencia del Venture Capital, donde los inversores asumen una parte mayor del riesgo, en el Venture Debt el reembolso es prioritario, y la empresa debe generar suficientes ingresos para cubrir las obligaciones de deuda .
Otro riesgo es que, aunque la dilución es menor que con el Venture Capital, sigue existiendo. Si la empresa no puede crecer como se esperaba, el inversor podría optar por hacer valer sus derechos sobre el kicker en acciones, lo que resultaría en una dilución para los fundadores.
¿Es el Venture Debt adecuado para tu empresa?
Es la pregunta del millón. El Venture Debt no es adecuado para todas las empresas. Está diseñado principalmente para aquellas que ya han demostrado cierto grado de tracción en el mercado y tienen una estrategia clara para alcanzar la rentabilidad o levantar una ronda de financiación adicional. Empresas tecnológicas, por ejemplo, que tienen un gran potencial de crecimiento y no dependen tanto de las condiciones macroeconómicas, son candidatas ideales .
En resumen, el Venture Debt puede ser una herramienta poderosa para las empresas que buscan crecer sin perder control. Permite financiar el camino hacia el éxito con menos dilución y más flexibilidad. Sin embargo, también conlleva responsabilidades, y los fundadores deben asegurarse de que su estrategia de crecimiento esté alineada con la estructura de deuda que están adquiriendo.
Con el rarungo entorno actual donde las startups tienen una enorme dificultad de financiación ante la creciente escasez de capital, el Venture Debt se está posicionando como una alternativa bastante habitual para emprendedores y startups que buscan financiación para continuar escalando su negocio.
Como siempre, agradecido de que me sigais enviando mensajes por aquí o por LinkedIn, preguntando, queriendo tomar 1906s….seguimos!
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