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Qué es el Factoring: Guía Completa sobre este Servicio Financiero

El factoring es una herramienta financiera clave para muchas empresas que buscan mejorar su flujo de caja. Se trata de una opción que permite a las empresas obtener liquidez inmediata mediante el adelanto de sus facturas por parte de una entidad financiera. Esta entidad se encargará de gestionar los cobros, mientras que la empresa podrá enfocarse en su crecimiento sin preocuparse por los plazos largos de pago de sus clientes.

En este artículo, profundizaremos en qué es el factoring, cómo funciona, los diferentes tipos de factoring que existen, sus ventajas y desventajas, y cómo elegir la opción más adecuada según las necesidades de cada empresa.

Vuuuuuamos guerrero!!!

¿Qué es el Factoring?

El factoring es un contrato de cesión de crédito mediante el cual una empresa transfiere los derechos de cobro de sus facturas a una entidad financiera (conocida como “factor”). A cambio, el factor proporciona a la empresa una parte o el total del valor de las facturas de manera anticipada, ofreciendo así liquidez inmediata.

A diferencia de otras formas de financiación, el factoring no genera deuda para la empresa que utiliza este servicio, ya que lo que se realiza es una venta de los derechos de cobro. Esto lo convierte en una opción atractiva para empresas que necesitan acelerar el ingreso de efectivo sin recurrir a préstamos o líneas de crédito convencionales.

Mi experiencia con el Factoring

Te voy a contar una historia de esas del abuelo cebolleta 👴🏻 En una startup en la que trabajaba teníamos de cliente (muy importante) a una de las grandes telecos españolas. Resulta que tenía su propia empresa de factoring y, si querías cobrar antes una factura de ellos (que te pagaban a 60 días) podías vendérsela a su propia empresa de factoring. Negocio redondo para la Telef…digo, para esa telecom española (en qué estaría yo pensando…).

¿Cómo funciona el Factoring?

El funcionamiento del factoring es sencillo: cuando una empresa emite facturas a sus clientes, puede optar por “vender” esas facturas a una entidad de factoring. Esta entidad adelantará una parte del valor de las facturas a la empresa (normalmente entre el 80% y el 90%), gestionará los cobros y, una vez que el cliente pague, entregará el restante, menos las comisiones y los intereses acordados.

El factoring no solo se encarga de la financiación inmediata, sino que también ofrece servicios adicionales como la gestión de cobros y un análisis de la solvencia de los clientes de la empresa. Esto puede ser muy útil para empresas con un departamento financiero limitado o que prefieran externalizar estas tareas.

Para ponerlo sencillo:

  • Tienes una factura que te debe un cliente
  • Una tercera empresa (factor) te compra esa factura con un descuento

Existen infinidad de instituciones financieras que ofrecen este servicio, en España tenemos un caso curioso como el de Segofinance que permite incluso a terceros hacer de inversores, casi que lo podríamos llamar crowdfactoring.

¿Cómo se contabiliza un factoring?

Vamos a por un apartado más práctico y en el que suele haber mucha duda.

Contabilizar un factoring depende del tipo de factoring (con o sin recurso) y de si se ha recibido el anticipo del importe de las facturas. Vamos a ver todos los diferentes casos, pero antes que nada asegúrate de haber llevado la factura del cliente (430) contra una 432 en el momento que transmitimos el derecho de cobro. Tan sólo es un traspaso entre partidas de balance:

A partir de aquí ya cada caso cambia:

Contabilización del factoring SIN recurso

El más sencillo con diferencia. Llevamos el cobro del banco, cuando se produce, contra la 432 y registramos los gastos que se originen según sean intereses ó comisiones:

Ejemplo contabilización factoring sin recurso

No tendremos que hacer nada más ya que, como vimos, es la empresa (factor) la que se queda la deuda.

(OJO! Presta atención que algunas veces las comisiones ó gastos pueden llevar IVA, los intereses no).

Contabilización del factoring CON recurso

Empecemos a complicar un poquito la cuestión. Como hemos visto anteriormente, si el factoring es con recurso la empresa (factor) no asume la deuda y, en caso de impago, lo asumimos nosotros. Quedaría tal que así:

Ejemplo contabilización factoring con recurso

La diferencia principal, por tanto, estriba en que en vez de llevarlo contra la 432, tendremos que llevarlo contra una 5209 y mantenerlo como deuda en el balance hasta que el cliente pague:

Cobro factoring con recurso

¿Qué pasa contablemente si el cliente no paga la factura?

Antes de nada, devolverle la pasta a la empresa factor (por eso lo registramos como deuda):

contabilidad impago factoring

Por otro lado nos tenemos que dar un gasto para dar por perdido el crédito comercial:

contabilización impago factoring

Ten en cuenta que a veces (es habitual) la empresa factor nos puede aplicar una retención como garantía en caso de impago. Para registrarlo contablemente tenemos que mezclar los diferentes casos anteriores según se vayan dando los pasos: entrada en el banco, cobro definitivo de la factura, etc.

Tipos de Factoring

Existen varios tipos de factoring, cada uno diseñado para adaptarse a las necesidades y preferencias tanto de la empresa como del proveedor financiero. Los más comunes son:

1. Factoring sin recurso

En el factoring sin recurso, la entidad financiera asume el riesgo de impago. Si el cliente no paga la factura en la fecha de vencimiento, la empresa que utiliza el factoring no se verá afectada, ya que el riesgo lo ha asumido la entidad financiera. Esta modalidad es la más segura para las empresas, ya que les permite desentenderse completamente de la responsabilidad de cobro, obteniendo liquidez inmediata sin asumir el riesgo de impago.

Ventaja principal del factoring sin recurso: Protección total frente a la insolvencia del cliente.

2. Factoring con recurso

En esta modalidad, si el cliente no paga la factura, la empresa que ha vendido los derechos de cobro sigue siendo responsable de cubrir el pago. En caso de que el cliente no cumpla con sus obligaciones, la entidad de factoring puede reclamar el importe adelantado a la empresa. Esto lo convierte en una opción más económica que el factoring sin recurso, ya que la entidad financiera asume menos riesgo.

Ventaja principal del factoring con recurso: Comisiones e intereses más bajos que en el factoring sin recurso (faltaría más!).

3. Factoring secreto

El factoring secreto permite que la empresa utilice este servicio sin que sus clientes sepan que ha vendido las facturas a una entidad financiera. Este tipo de factoring es útil para empresas que no quieren dar la impresión de tener problemas de liquidez.

Ventaja principal del factoring secreto: Mantiene la confidencialidad de la empresa frente a sus clientes.

4. Factoring nacional e internacional

El factoring nacional se refiere a la operación de factoring entre empresas que están en el mismo país. Es el tipo de factoring más común, ya que no implica riesgos adicionales como los tipos de cambio o las diferencias en las leyes comerciales.

El factoring internacional es el que se realiza cuando la empresa y el cliente están en países diferentes. Es especialmente útil y habitual para empresas exportadoras, ya que facilita el cobro de facturas en el extranjero y reduce los riesgos de cambios en las normativas internacionales o fluctuaciones monetarias.

Ventaja principal del factoring internacional, la empresa exportadora se asegura de que recibirá el pago de sus clientes extranjeros, minimizando los riesgos de operaciones internacionales.

Ventajas y desventajas del Factoring para empresas

Ventajas de su uso

El factoring ofrece múltiples ventajas que lo convierten en una herramienta indispensable para muchas empresas, especialmente para aquellas que buscan una solución rápida para mejorar su flujo de caja.

1. Liquidez inmediata: Una de las principales ventajas del factoring es que permite a las empresas obtener el efectivo de las facturas pendientes de manera casi inmediata. Esto es especialmente importante en industrias donde los plazos de pago suelen ser largos y las empresas necesitan liquidez para seguir operando sin interrupciones.

2. No genera deuda: A diferencia de los préstamos o líneas de crédito, el factoring no genera endeudamiento para la empresa, ya que se trata de una venta de los derechos de cobro. Esto permite a las empresas mantener su capacidad de endeudamiento intacta para futuras necesidades.

3. Externalización de la gestión de cobros: Las empresas que optan por el factoring también se benefician de la externalización de la gestión de cobros, lo que les permite ahorrar recursos y reducir el tiempo dedicado a la gestión de las facturas pendientes.

4. Asesoramiento financiero: En muchos casos, la entidad de factoring realiza un análisis de la solvencia de los clientes de la empresa antes de aceptar las facturas. Esto proporciona a la empresa una visión más clara de la situación financiera de sus clientes, lo que le permite tomar mejores decisiones comerciales.

Desventajas del Factoring y riesgos asociados

Aunque el factoring tiene muchas ventajas, también presenta algunos inconvenientes que las empresas deben tener en cuenta antes de optar por este servicio.

1. Costes elevados: Las comisiones y los intereses aplicados por la entidad de factoring pueden ser altos, especialmente en el factoring sin recurso, donde la entidad asume más riesgos. Además, algunos servicios adicionales, como la gestión de cobros o los estudios de solvencia, pueden incrementar los costes.

2. Impacto en la imagen de la empresa: En algunos casos, recurrir al factoring puede generar desconfianza en los clientes, quienes pueden interpretar que la empresa tiene problemas de liquidez. Sin embargo, esto puede mitigarse mediante el uso del factoring secreto, que mantiene la confidencialidad.

3. Riesgo en el factoring con recurso: En el factoring con recurso, si el cliente no paga la factura, la empresa deberá hacerse cargo de la deuda, lo que puede representar un riesgo financiero si no se gestiona adecuadamente.

¿En qué industrias se usa más?

Con estas ventajas y desventajas que hemos detallado, vemos cómo el factoring es especialmente útil en industrias donde los plazos de pago son largos y la liquidez inmediata es fundamental para mantener las operaciones. A continuación, te detallo las industrias donde es más habitual su uso y ejemplos:

1. Construcción: (super habitual) En la industria de la construcción, los proyectos suelen implicar pagos a (muyyyyy) largo plazo, ya que los clientes tienden a pagar en función del avance del proyecto o al finalizar el mismo. Esto genera un desajuste entre los gastos inmediatos (materiales, mano de obra) y los ingresos. El factoring permite a las empresas constructoras adelantar el cobro de sus facturas y obtener liquidez para cubrir los costos operativos.

2. Transporte y logística: (otra!) Las empresas de transporte y logística también dependen de pagos a largo plazo por parte de sus clientes, mientras que sus costos (combustible, salarios, mantenimiento de vehículos) deben cubrirse de inmediato. El factoring ayuda a estas empresas a mejorar su flujo de caja, garantizando que puedan operar sin problemas y mantener su flota en movimiento.

3. Manufactura: Las empresas manufactureras suelen vender productos a distribuidores o minoristas con plazos de pago largos. Además, muchas veces necesitan comprar materias primas o componentes antes de recibir el pago por sus productos. El factoring les permite obtener liquidez inmediata tras la emisión de facturas, facilitando la compra de insumos y la continuidad de la producción sin interrupciones.

4. Comercio minorista y mayorista: El comercio, tanto minorista como mayorista, se enfrenta a periodos de crédito que pueden extenderse durante semanas o meses. Esto puede poner en peligro la liquidez, especialmente en momentos de alta demanda o en ciclos estacionales. El factoring es una opción común en este sector para adelantar el cobro de ventas a crédito y disponer de efectivo de inmediato.

5. Tecnología y telecomunicaciones: En el sector tecnológico y de telecomunicaciones, lo que he vivido yo es que las empresas a menudo tienen grandes clientes corporativos que requieren condiciones de pago flexibles. Dado que estos contratos suelen involucrar importantes sumas de dinero y plazos extensos, el factoring permite a estas empresas obtener liquidez de forma rápida y continuar invirtiendo en investigación, desarrollo y crecimiento.

6. Agroindustria: La industria agrícola y ganadera tiene características muy particulares: la producción depende de ciclos estacionales y la venta de productos a menudo implica largos plazos de pago. En este sector, las empresas recurren al factoring para obtener liquidez mientras esperan el pago de los distribuidores o procesadores. Es especialmente útil para pequeñas y medianas empresas que necesitan cubrir sus costos operativos entre cosechas.

7. Sector exportador: El factoring internacional es una herramienta clave en las empresas que realizan exportaciones. Las ventas internacionales suelen tener plazos de pago más largos y conllevan un mayor riesgo debido a la distancia y las diferencias legales entre países. El factoring ayuda a las empresas exportadoras a minimizar el riesgo de impago y a obtener financiación mientras esperan los pagos de clientes extranjeros.

Factoring frente a otros servicios financieros: Comparativa con confirming y descuento comercial

Es importante entender cómo el factoring se compara con otros servicios financieros similares, como el confirming y el descuento comercial.

Factoring vs. Confirming: Aunque ambos servicios tienen como objetivo mejorar la liquidez de las empresas, el confirming se enfoca en gestionar los pagos a proveedores, mientras que el factoring se centra en la venta de las facturas a una entidad financiera para obtener liquidez inmediata. En el factoring, es la empresa la que busca adelantar sus facturas, mientras que en el confirming, es el proveedor quien puede anticipar el cobro de las facturas emitidas por la empresa.

Por así decirlo, creo que la principal diferencia es que mientras que con el confirming dependemos de que el cliente al que le hemos emitido la factura tenga una línea habilitada con sus entidades financieras; con el factoring somos nosotros mismos los que podemos llevar esa factura o pagaré a un tercero (factor) sin que nuestro cliente tenga que hacer nada, e incluso se entere.

Factoring vs. Descuento Comercial: El descuento comercial es una modalidad de financiación en la que la empresa adelanta el cobro de efectos comerciales (letras de cambio, pagarés). A diferencia del factoring, el descuento comercial no implica la cesión de la gestión de cobros ni la garantía de pago en caso de impago.

Otras preguntas frecuentes sobre el Factoring

¿Es necesario utilizar el factoring para todas las facturas?

No. Las empresas pueden optar por utilizar el factoring solo para ciertas facturas, especialmente aquellas de mayor importe o con plazos de pago más largos.

¿El factoring sin recurso es siempre la mejor opción?

Depende. Si bien el factoring sin recurso ofrece una mayor seguridad, es más costoso. Para empresas con clientes solventes, el factoring con recurso puede ser una opción más económica.

¿Qué pasa si el cliente no paga?

Como hemos visto durante el artículo, dependerá del tipo de factoring contratado:
1. Factoring sin recurso: Si utilizas factoring sin recurso, la entidad financiera asume el riesgo de impago del cliente. En este caso, si el cliente no paga, tú no serás responsable y no tendrás que devolver el anticipo a la entidad de factoring. La pérdida la asume la entidad financiera, ya que esta modalidad de factoring te protege contra la insolvencia del cliente.
2. Factoring con recurso: En cambio, si has contratado un factoring con recurso, tú sigues siendo responsable del pago. Esto significa que, si el cliente no paga, la entidad de factoring te reclamará el dinero que te anticiparon. En este escenario, tendrás que devolver el anticipo recibido, lo que puede generar un riesgo financiero adicional para tu empresa si no lo has previsto.

Es importante considerar cuál es el riesgo de insolvencia de tus clientes antes de elegir entre factoring con recurso o sin recurso, ya que este último te ofrece una protección mucho mayor ante el riesgo de impago.

Factoring nacional vs. internacional: ¿Cuál es mejor para tu empresa?

La elección entre factoring nacional e internacional dependerá principalmente de la ubicación de los clientes de la empresa. Para empresas que operan a nivel local o dentro del mismo país, el factoring nacional es la opción más sencilla y directa, sin complicaciones adicionales relacionadas con la normativa internacional o los tipos de cambio.
Por otro lado, para las empresas exportadoras, el factoring internacional es una herramienta esencial. No solo facilita el cobro en el extranjero, sino que también ayuda a mitigar riesgos como la insolvencia de los clientes en otros países o los cambios en la legislación comercial.

To the moon!!! 🐙

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