El leasing es una herramienta de financiación que permite a las empresas acceder a activos sin necesidad de comprarlos de inmediato. Con un contrato de leasing, una entidad financiera adquiere un bien en nombre de la empresa y le permite utilizarlo a cambio del pago de cuotas periódicas. Al final del contrato, la empresa puede optar por comprar el bien, renovar el contrato o devolver el activo.
Este modelo de arrendamiento financiero es ampliamente utilizado para financiar activos productivos como maquinaria, equipos tecnológicos y vehículos, permitiendo a las empresas contar con recursos sin comprometer su liquidez.
Últimamente trabajo con empresas un poco más grandes que hacen mucho uso de esta herramienta (y del renting, pero de eso te hablaré en otro). Así que me he currado este pedazo de artículo, exploraremos cómo funciona el leasing, sus tipos, costes, cómo se contabiliza, ventajas fiscales y cómo puede beneficiar a las empresas que buscan flexibilidad financiera.
Vuuuuuamos guerrero!!!
¿Qué es el Leasing y cómo funciona?
El leasing, o arrendamiento financiero, es un contrato mediante el cual una entidad financiera (arrendador) adquiere un bien que el cliente (arrendatario) necesita para sus operaciones. A cambio, la empresa paga una cuota fija o variable durante un período establecido. Al final del contrato de leasing, el arrendatario tiene la opción de:
- Comprar el bien por un precio previamente pactado.
- Renovar el contrato y seguir utilizando el activo.
- Devolver el activo sin adquirirlo.
Este modelo es ideal para empresas que buscan acceder a activos de alto valor sin asumir una gran inversión inicial. Además, el leasing ofrece ventajas fiscales y contables, ya que las cuotas suelen ser deducibles como gasto.
Principales tipos de Leasing
Existen varias modalidades de leasing, cada una diseñada para satisfacer diferentes necesidades empresariales. Los tres tipos principales de contratos de leasing son:
1. Leasing financiero
El leasing financiero es el modelo más común de arrendamiento. Con este contrato, la empresa se compromete a utilizar el activo durante un período similar a su vida útil y a asumir ciertos costos asociados, como el mantenimiento y los seguros. Al finalizar el contrato, la empresa tiene la opción de comprar el activo pagando un valor residual previamente pactado.
Este tipo de leasing es ideal para bienes de larga duración, como maquinaria industrial o equipos tecnológicos que una empresa pretende utilizar a largo plazo.
2. Leasing operativo
A diferencia del leasing financiero, el leasing operativo se enfoca en activos de rápida obsolescencia, como equipos informáticos o software de alta gama. Este contrato es más flexible y suele ser a corto plazo, permitiendo que las empresas renueven los activos conforme avanza la tecnología. Al finalizar el contrato, la empresa puede optar por devolver el bien sin asumir ningún compromiso de compra.
Este modelo es popular en sectores que requieren tecnología avanzada, como el de software y tecnología, debido a la flexibilidad que brinda en la actualización de equipos.
3. Leasing inmobiliario
El leasing inmobiliario permite a las empresas acceder a propiedades (oficinas, locales comerciales, naves industriales, etc.) sin realizar una compra directa. Con este contrato, una empresa puede ocupar un inmueble y, al final del periodo, decidir si lo compra o devuelve. Es ideal para empresas que buscan ampliar su presencia en nuevas localidades sin asumir el riesgo de comprar la propiedad de inmediato.
Ventajas y Desventajas del Leasing
Uno de las típicas preguntas es ¿cuáles son las ventajas de un leasing? ó ¿cuándo me conviene hacer un leasing?
7 Ventajas del Leasing
1. Acceso a activos sin inversión inicial: Con el leasing, las empresas pueden usar activos de gran valor sin necesidad de comprarlos inmediatamente, lo que ayuda a mantener su capital disponible.
2. Ventajas fiscales: Las cuotas de leasing suelen ser deducibles como gasto, lo que puede reducir la carga fiscal. Difieres el pago del IVA en las cuotas y no en la compra.
3. Flexibilidad al final del contrato: La empresa puede decidir si compra, renueva o devuelve el bien.
4. Facilidad de actualización tecnológica: En el caso del leasing operativo, permite a las empresas contar siempre con la última tecnología.
5. Máxima financiación. Otra de las ventajas del leasing es que podemos financiar hasta el 100% del valor, incluso en caso de maquinarias o grandes inversiones en fábricas de la puesta en funcionamiento de dicho activo con lo que ello lleva aparejado.
6. Permite compatibilizar otras fuentes de financiación. Al financiar la inversión de estos activos, no se «consumen» otras fuentes de financiación disponibles en la empresa. Hay, por tanto, como solemos decir en el argot un menor consumo de CIRBE.
7. Protección frente a la inflación. Mantenimiento del precio, en entornos muy inflacionarios es una gran ventaja ya que compras el activo al precio de hoy y te evitas posibles subidas como puede pasar en algunos artículos.
Desventajas del Leasing
• Compromiso a largo plazo: El leasing financiero generalmente implica compromisos de largo plazo, lo cual puede ser una desventaja si la empresa necesita flexibilidad.
• Costes de mantenimiento: En el leasing financiero, los gastos de mantenimiento y seguros son responsabilidad de la empresa.
• Posibilidad de costes elevados: Si la empresa decide no comprar el activo al finalizar el contrato, las cuotas pueden resultar más costosas que un alquiler simple.
Fiscalidad del leasing
Este punto merece un apartado propio. Sin duda alguna, una de sus principales ventajas. Ojo, te estoy hablando desde España, revisa la fiscalidad de tu país. Y si me lees desde España revisa también las circunstancias de tu empresa para ver qué es lo que procede con tu caso.
El leasing permite duplicar la amortización fiscal del bien que financies, e incluso TRIPLICARLA (ojo ahí!) en el caso de empresas de reducida dimensión. Esto hace que el plazo de amortización fiscal de este bien sea mucho más breve, por lo que en función del resultado de la empresa podrás ahorrar mucho en el Impuesto de Sociedades.
Además, el leasing permite diferir el pago del IVA que pueda corresponder a la adquisición del bien a través de las cuotas de alquiler. Esto es evidente: si compras un activo tienes que soltar ese IVA de golpe (aunque luego te lo puedas acabar deduciendo); mientras que si haces un leasing puedes diferirlo en cuotas periódicas durante el tiempo que dure el contrato.
En España para que puedas tener estas ventajas tienes que cumplir los siguientes requisitos:
- El activo adquirido debe estar dedicado a la actividad empresarial del arrendatario. Recuerda que el leasing solo pueden hacerlo empresas y profesionales autónomos.
- Que se incluya en el contrato una opción de compra al final del mismo.
- Las cuotas correspondientes a la recuperación del coste deben mantenerse constantes o crecientes durante el contrato.
- El contrato debe tener una duración mínima de diez años para bienes inmuebles y dos para bienes muebles.
Depende. Por norma general, si la intención es quedarte con el activo al final del contrato, lo suyo es hacer leasing. Siempre hay que hacer números y, aparte de los costes totales, meter en la ecuación dos variables fundamentales: fiscalidad y caja. Y a partir de ahí decidir qué alternativa te conviene más.
(Disclaimer: si alguien te dice una alternativa en detrimento de la otra desde la barra del bar sin mirar bien los números, huye)
Diferencias entre Leasing y Renting
Otra pregunta más que habitual. Aunque leasing y renting son términos que se usan a menudo de manera similar, tienen diferencias clave:
1. Duración y Flexibilidad: El leasing suele ser a largo plazo y está diseñado para que el arrendatario termine comprando el activo o usándolo por un periodo extenso. El renting, en cambio, se utiliza para contratos a más corto plazo, y no ofrece la opción de compra al finalizar el contrato. Si lo que buscas es flexibilidad, punto a favor del renting.
2. Responsabilidades de mantenimiento: En el leasing, el arrendatario suele asumir el coste de mantenimiento y seguros, mientras que en el renting estos gastos suelen estar incluidos en la cuota mensual. Aquí va en cada uno pero a veces es mejor ahorrarte el mantenimiento y hacerlo cuando y cómo tu quieras. He sido usuario de renting y a veces te tenías que pegar para que te hicieran (bien) el mantenimiento, y eso que va incluído en la cuota!
3. Finalización del contrato: Con un contrato de leasing, el arrendatario puede comprar el activo pagando un valor residual. En el renting, al finalizar el contrato, el activo se devuelve al arrendador sin opción de compra.
4. Fiscalidad: Ya hemos visto antes cómo funciona la fiscalidad del leasing. Respecto al renting funciona, más o menos, como un alquiler. Por norma general, es deducible la cuota al 100% junto con el IVA. La desventaja, no puedes acelerar la amortización como con el leasing.
5. ¿Quién puede contratarlo?: Es muy importante que entiendas que según la normativa española, el leasing sólo esta disponible para actividades profesionales: “los bienes objeto de cesión habrán de quedar afectados por el usuario únicamente a sus explotaciones agrícolas, pesqueras, industriales, comerciales, artesanales, de servicios o profesionales”. Mientras que el renting está disponible para todo el mundo (otra cosa es la fiscalidad de cada caso).
¿Cómo se contabiliza el Leasing?
La contabilización de un contrato de leasing depende del tipo de contrato (financiero u operativo) y de la normativa contable del país. Generalmente, el leasing financiero se considera un activo en el balance, mientras que el leasing operativo se suele tratar como un gasto.
Contabilización de un Leasing Financiero:
En el leasing financiero, el activo arrendado se registra en el balance como un activo fijo y se amortiza durante su vida útil. Además, se reconoce una deuda a pagar en el pasivo por el importe de las cuotas restantes, separando esta deuda entre corto plazo y largo plazo en el balance.
- Registro del activo:
En primer lugar tendremos que realizar un asiento de constitución del leasing dando de alta el activo y como contrapartida la deuda con la entidad financiera (recuerda diferenciar entre la parte a largo y a corto). Imagina el siguiente ejemplo del leasing de un Mac a 3 años:
2. Contabilización de cada cuota:
Por otro lado, cada vez que nos llegue una cuota, tenemos que desglosar qué parte corresponde a amortización de la deuda, cuánto a intereses, si hay IVA, etc.:
3. Cierre del ejercicio 1: Amortización:
Al cierre del ejercicio tendremos que registrar la amortización contable del activo que hemos dado de alta. La que corresponda según el tipo de activo, fecha de alta, etc.:
OJO! Ten en cuenta que amortización contable y fiscal no es la misma. De hecho, como vimos antes una de las grandes ventajas del leasing es que podemos acelerar la amortización fiscal. Este importe, aunque muchas veces pasa, no tiene por qué coincidir con la deuda con la entidad financiera:
4. Cierre del ejercicio 2: Reclasificación deuda:
Por último, al igual que con todas las deudas que tengamos, a cierre del ejercicio tendremos que reclasificar qué parte va a corto plazo y dejar lo que sea a largo:
Contabilización de un Leasing Operativo:
La contabilización del leasing operativo es tremendamente sencillo, las cuotas se registran como un gasto operativo sin que el bien figure en el balance de la empresa. Tan solo deberemos llevar cada cuota que recibamos contra un gasto a la cuenta contable (621) Arrendamientos y cánones y a partir de ahí como todos los gastos contra el proveedor, banco, impuestos, etc.
Sectores que usan el Leasing con más frecuencia
El leasing es una herramienta común en diversos sectores, especialmente en aquellos que requieren grandes inversiones en activos. Entre los sectores más habituales están:
• Tecnología: Empresas que necesitan equipos informáticos o software de alta gama.
• Industria: Fabricantes que requieren maquinaria costosa para la producción.
• Construcción: Equipos y maquinaria de obra son usualmente financiados mediante leasing.
• Transporte: Empresas que necesitan vehículos o flotas para sus operaciones.
• Inmobiliario: Empresas que desean expandirse o abrir nuevas oficinas sin adquirir propiedades directamente.
Preguntas frecuentes sobre el Leasing
El valor residual es el precio acordado que la empresa puede pagar al final del contrato para comprar el bien. Este valor se pacta en el contrato inicial y suele estar entre el 1% y el 10% del valor original del activo. Su cálculo depende de la depreciación del bien y de las condiciones específicas del arrendamiento financiero.
El arrendamiento financiero permite que la empresa registre el bien en sus activos, amortizándolo durante la vida útil del contrato y ofreciendo una opción de compra al final. El arrendamiento operativo es más flexible y a corto plazo, sin opción de compra, y las cuotas se contabilizan como gastos operativos.
Si la empresa decide no comprar el activo, tiene la opción de devolverlo a la entidad financiera o de renovar el contrato. Esta flexibilidad es una ventaja para las empresas que desean mantener sus opciones abiertas en función de su situación económica y de la evolución de sus necesidades.
To the moon!!! 🐙